De la serie “Convergencia” #1

De la serie “Convergencia” #1
Collage con papel de revista sobre lienzo
50 x 50 cm
2024

$1.500.000 COP


Serie Convergencia

El verbo converger hace alusión a aquello que coincide en una posición o que tiende a encontrarse con algo. Cuando se trata de culturas y pueblos, tal convergencia existe por el simple hecho de estar conformados por seres humanos. El presente trabajo se basó en elementos culturales de los Muiscas, Tukanos, Quimbayas, Arhuacos y Taironas.

El papel de revista no solo me permite representar personajes, símbolos, ideas y escenas; sino que es un elemento que lleva implícito un registro histórico de la publicación en la que se originó, aportando texturas, textos, colores, formas e imágenes; dando otra dimensión que enriquece aún más el valor conceptual y pictórico de la obra.

Reconocer los puntos en común que tenemos con las culturas indígenas de nuestro país, nos ayuda a enriquecer nuestra propia identidad, entender la importancia de nuestras raíces, y a valorar el gran legado artístico y cultural que nos dejaron las civilizaciones prehispánicas, que ha sido mancillado y menospreciado desde la propia colonización española. 

La serie “Convergencia” busca comprender y transmitir la cosmovisión indígena a partir de la investigación y el análisis del arte precolombino y las formas de vida actuales de las comunidades étnicas, pasando por su vestimenta, la pintura corporal, la construcción y decoración de las malocas, etc. Todo ello nos lleva a descubrir la complejidad cultural y artística que ostentaron nuestros antepasados indígenas, que, a día de hoy, cientos de comunidades, luchan por preservar, a pesar del inevitable influjo de la modernidad. Saberes frágiles que tienden a desaparecer en la historia puesto que muchos de ellos son de tradición oral.

En esta serie, se plantea una conversación silenciosa entre la manera en que nuestra sociedad moderna y de ciudad entiende y percibe el mundo que habitamos, y la manera en que lo hacen nuestras comunidades indígenas; para de esta manera, reconocernos ambas partes como iguales, como humanos que buscan un fin común: la dignidad y la paz mental en equilibrio con la naturaleza.